sábado, 4 de abril de 2020

EL HOMBRE DE LA MULTITUD (Edgar Allan Poe)


COMENTARIO Y FLORILEGIO

EL HOMBRE DE LA MULTITUD (Edgar Allan Poe)

El hombre de la multitud es un relato corto del escritor y poeta estadounidense Edgar Allan Poe, publicado en el año 1840 simultáneamente en las revistas Atkinson's Casket y Burton's Gentleman's Magazine. Dada la brevedad del cuento se opta aquí por un formato diferente, en el que en primer lugar se hará un resumen del mismo y a continuación se detallarán algunas de las ideas principales contenidas. Finalmente, se añaden dos florilegios por parte de Emilia Muñoz Salinas y Juan Luengo Márquez.

NOTA SOBRE LOS FLORILEGIOS

Un florilegio es un texto, generalmente corto, que se escribe como respuesta subjetiva a un relato, un libro, un cuadro... Al tratarse de escritos completamente personales, sus objetivos y temáticas pueden abarcar desde un análisis o comentario, hasta un cuento ficticio inspirado en la obra en cuestión. Un ejemplo de florilegio, fácil de encontrar en internet, sería el Florilegio sobre el Angelus Novus de Walter Benjamin.

Contexto

E. A. Poe (Boston 1809 - Baltimore 1849) fue el principal precursor de la novela gótica. Entre sus obras, destaca el elevado número cuentos y relatos breves como este, en el género del terror romántico.

Resumen

El relato arranca con una reflexión sobre aquellos misterios cuya respuesta no puede conocerse, problemas que puede llevar una vida entera desentrañar.

"(...); mueren con el corazón desesperanzado y la garganta convulsa a causa del espanto de los misterios que nunca llegarán a ser revelados.''

Entonces, el narrador, un hombre recién salido de una enfermedad, analiza y clasifica a una muchedumbre a la que observa a través de la ventana de una cafetería central londinense. Tras una descripción detallada de los diversos tipos de persona que ahí encuentra, su atención se dirige hacia un sujeto en particular, al cual describe como “un viejo decrépito de unos sesenta y cinco o setenta años”, hallándose en la necesidad irrefrenable de seguirlo para descubrir más sobre él o sus intenciones.

La persecución tiene lugar durante un día entero en el que dicho sujeto vaga con paso acelerado, caminando de un lado a otro sin un sentido aparente, y entrando a distintos locales sin consumir ni demorarse demasiado en ninguno de ellos.

Finalmente, nuestro protagonista se encuentra de nuevo en el punto de partida con el ininteligible desconocido frente a él, mirándolo a la cara. Éste pasa de largo, y el narrador decide poner fin a su propósito fallido, concluyendo lo siguiente:

“Este anciano es el espécimen y genio del crimen insondable. Repudia la soledad. Es el hombre de la multitud. Seguirlo es fútil y no me queda nada más por aprender de él ni de sus actos. El peor corazón del mundo es más inmundo que el ‘Hortulus Animae’ y quizá no sea más que una de las grandes dádivas de Dios el hecho de que ‘er lasst sich nicht lesen’.”

Ideas principales

• Enigma que no permite su resolución. ''Er lasst sich nicht lesen'', ''no se deja leer''.

• El anciano como un reflejo de las inquietudes del propio protagonista, las cuales pretende despejar observando su comportamiento.

• El hombre de la multitud es la multitud misma, que vaga sin un sentido ni dirección concretas, y seguirlo (es decir, seguir a la multitud) resulta ser una tarea inútil.

• ''Ce grand malheur, de ne pouvoir être seul'', ''ese gran mal de no poder estar solo''.

FLORILEGIOS

FLORILEGIO - EL SENTIDO DETRÁS DE LO INCOGNOSCIBLE

Emilia Muñoz Salinas

La persecución incesante de aquello de lo que menos se conoce y que a la vez más interés suscita. La observación de un rostro tan familiar como desconocido. Aquello que se quiere examinar sin que se percate de nuestra mera existencia, rogando por que, simplemente, “no se dé la vuelta”.

La asunción de la existencia de una razón tras un suceso. La búsqueda incesante del sentido de las elecciones que aquel misterioso elemento toma. La arrogante certeza de que el concepto del sentido mismo existe, aun presenciada la aparente aleatoriedad de sus pisadas.

Tras un largo camino recorrido, exhausto por la incertidumbre de todo lo que su esencia envolvía, trató de cruzar miradas, sin éxito, sin saber que, en algún momento, sin ser él el persecutor, recibiría de vuelta esa mirada, la última por ser presenciada.

Entonces lo sabría, lo entendería, que se encontraba ante un libro cuyos misterios no son visibles sino para aquellos que han perdido la visión, o quizá simplemente un libro en blanco.

FLORILEGIO - MIEDO A LO QUE NO LLEVA A NADA

Juan Luengo Márquez

En lo que el narrador contempla a la multitud al comienzo de un nuevo día, se me ocurre a mí una idea aterradora. Observo desde la ventana con desdén las posibilidades de una vida en forma de una muchedumbre que pasa por delante. Me decido a perseguir uno de esos futuros, que atrae mi atención mucho más que los otros. En el transcurso, observo cómo cambia de forma varias veces, muda su aspecto sin perder por ello el misterioso atractivo que me sedujo de él.

Procuro examinarlo con cuidado, buscando una pauta en su devenir que sugiera un final a la altura del sueño que ha sabido cautivarme, y he aquí lo que realmente me horroriza: regresar en su busca a la misma calle de la que ambos partimos, ahora con un yo más cansado, y sobre todo más viejo, que lo único que ha obtenido del trayecto es el amargo trago de saber que ha malgastado la vida, la única que tiene, detrás de una quimera que no se dirigía a parte alguna.