lunes, 3 de agosto de 2020

1984 (George Orwell)

COMENTARIO DE LECTURAS 

1984 (George Orwell)

RESUMEN

La novela, publicada en 1948, transporta al lector a una sociedad distópica sostenida por el control social ejercido por un régimen dictatorial encarnado en la figura del Gran Hermano. En este contexto, Winston Smith trata de rebelarse contra el entorno asfixiante y opresivo impuesto por las políticas del partido, del que él mismo forma parte. En el desarrollo de los acontecimientos, este personaje impactará contra una idea mucho más poderosa, que se halla sumergida en una realidad que él intentará negar desesperadamente.

CONTEXTO

GEORGE ORWELL

Eric Arthur Blair (1903-1950), mayormente conocido por su pseudónimo literario, George Orwell, fue un escritor nacido en la India, aunque vivió gran parte de su vida en Inglaterra. A pesar de haberse criado en el seno de una familia humilde, en 1907 Eric consigue entrar a estudiar en una escuela privada en la cual la distinción entre familias más adineradas y las de salarios más pobres se hace evidente, hecho que influye en su concienciación primeriza con la clase obrera, así como en la temática de sus primeras novelas. Más adelante, Eric entra a trabajar en la Policía Imperial India durante 5 años y, en 1927, regresa a Inglaterra y escribe sus primeras obras bajo el nombre de George Orwell, comenzando una etapa en la cual se ve obligado a alternar oficios para poder subsistir, llegando incluso a hacerse pasar por vagabundo en Londres con el fin de conocer más a fondo las penurias de las clases más bajas, teniendo así un contacto más íntimo y directo con una realidad con la que está cada vez más comprometido.

Un año más tarde Orwell viaja a París, relacionándose de nuevo con gente de clase baja. Durante esos años alcanza tal obsesión con la eliminación de las diferencias entre clases sociales que en 1936 viaja a España para luchar junto al pueblo catalán en la guerra civil española, experiencia de la cual obtiene la primera de sus obras más destacadas, “Homenaje a Cataluña” (1938). Esta obra posee un cierto carácter documental, y es a partir de la cual que Orwell comienza una etapa mucho más politizada, puesto que todas sus obras previas se caracterizan por ser más ideológicas y autobiográficas.

En junio de 1937 Orwell regresa a Inglaterra y, tras verse afectado por la tuberculosis, pasa unos meses en Marruecos (1938-1939), volviendo a Inglaterra de nuevo en marzo de 1939. En 1940 consigue entrar en el Quinto Batallón del condado de Londres de la Home Guard y, a partir de 1941, empieza una labor más activa en pro de la guerra contra el fascismo, contribuyendo al campo de la propaganda política en varias revistas. A finales de 1943, no obstante, abandona la Home Guard por motivos de salud.

En 1945, como obra más conocida de Orwell, “Rebelión en la granja” sale a la luz y constituye su logro más alabado, una fábula que consiste en una sátira política, muy entretenida y en la que no se refleja la personalidad del autor, detalle ampliamente criticado en el resto de sus obras.

Finalmente, como culminación de la convenientemente denominada “trilogía de la revolución traicionada”, que incluye las dos obras anteriormente mencionadas, en 1948 Orwell publica “1984” (inicialmente titulada “El último hombre en Europa”), exponiendo su visión acerca de los mayores miedos que durante toda una década le inspira la amenaza de los totalitarismos. Cinco años después, en 1950, Orwell fallece en Londres debido a la tuberculosis.

CONTEXTO HISTÓRICO

1984 se publica en un marco sociopolítico en el que la Segunda Guerra Mundial ha tenido lugar y el auge de los regímenes totalitarios constituye una amenaza para todos aquellos valores que Orwell dedica su vida a defender. Así pues, gran parte de sus obras critican temas tan presentes en este tipo de gobiernos como son la manipulación histórica, el doble nivel de pensamiento, el culto a la personalidad, el control a través de la tortura y la manipulación, etc.

La situación sociopolítica del siglo XX queda además profundamente marcada por la invención de la radio, que permitió la difusión de información a una gran cantidad de personas muy separadas en el espacio, con el consiguiente desarrollo de las metodologías publicitarias de campaña y el auge de los nacionalismos. El empleo de la tecnología como medio de acceso a las masas se presenta en 1984 a través de la telepantalla, que junto con la prensa constituye la herramienta fundamental del partido para posibilitar la purga y control ideológico a través de la formación de una noción de verdad en la mente del colectivo.

En este contexto, Orwell se caracteriza por adoptar una ideología socialista sin asociarse, no obstante, a ningún grupo en particular, a excepción de los años en los que se mantiene afiliado al Partido Laborista Independiente puesto que considera que "en la época en que se vive no es válida una actitud pasiva". A pesar de ello, su postura siempre trata de mantenerse heterodoxa e independiente, lo cual se evidencia en su crítica a determinadas líneas de pensamiento socialista puesto que, al margen de deslegitimar toda acción de carácter autoritario en nombre de la revolución marxista, Orwell defiende que el socialismo únicamente será efectivo en el momento en que la clase baja y media se alíen, defendiendo la formación de un gran partido revolucionario que tenga la suficiente fuerza para actuar.

Sin duda alguna, el tema que más preocupa a Orwell en este panorama es el de la manipulación histórica, el cual, de hecho, resurge en más de una ocasión tanto en sus obras como en sus ensayos, y constituye su principal motor en la etapa más importante de su carrera como escritor, como se refleja en uno de sus ensayos periodísticos acerca de su experiencia en Cataluña durante la guerra civil:

"Durante la guerra civil española tuve la sensación muy fuerte de que nunca se escribiría o podría escribirse una verdadera historia de esta guerra. Cifras exactas, relatos objetivos de lo que pasaba, simplemente no existían. (…) Y si Franco o cualquiera que se le parezca permanece en el poder, la historia de la guerra consistirá en gran medida en hechos que millones de personas actualmente vivas saben que son mentiras."

Cabe destacar, no obstante, que Orwell nunca abandona su ideología socialista y que, a pesar de que muchos mencionen sus obras como anticomunistas, son en realidad tan antifascistas como anticomunistas, ya que lo que reflejan realmente es la actitud personal antitotalitaria de su autor.

POR QUÉ LEER 1984

Si bien la comparación sobre su vigencia en la actualidad con ‘Un Mundo Feliz’’ es inevitable y muy enriquecedora, es de capital importancia remarcar que 1984 tiene valor como obra individual y única, exponiendo a través del complejo ideario político de su autor y de manera sencilla y asequible una de las ideas más importantes de la filosofía del siglo XX, es decir, la capacidad del poder para ‘producir’’ realidad.

COMENTARIO

Desde este punto y en adelante, se presupone que se habrá leído el libro, pues se mostrarán explícitamente contenidos del mismo. Por ello cuente con que, si aún no lo ha leído, podría preferir regresar a este punto cuando ya lo haya hecho.

WINSTON SMITH

La historia comienza siguiendo los pasos de Winston Smith, un habitante del territorio de Oceanía, uno de los tres grandes estados que se reparten el mundo en 1984. Este personaje describe pesaroso y con cierta melancolía la constante presión a la que se hallan sometidos los londinenses bajo la sombra del partido Ingsoc (Socialismo Inglés), a cuya esfera más externa pertenece el propio Winston. A los ojos de Winston durante las dos primeras partes del libro, de corte más descriptivo que ideológico, el partido controla a la población a través del desempeño de los ministerios de la Verdad y del Amor, y sirviéndose de las telepantallas para observar las acciones de los individuos en todo momento.

Como trabajador del ministerio de la Verdad, Winston se encarga de purgar textos periodísticos con el objeto de hacerlos coincidir con la verdad más acorde a los intereses del partido en ese instante. Por su parte, los trabajadores del ministerio del Amor procuran luchar contra el crimental, una palabra perteneciente a la neolengua desarrollada por el Ingsoc que define cualquier pensamiento perjudicial para el partido y su emblemático y misterioso dirigente, el Gran Hermano.

En medio de este panorama desolador, Winston encontrará refugio en su romance con Julia, también miembro del Ingsoc y contraria a sus ideales de pureza y celibato. Juntos vivirán episodios de tranquilidad escondidos en el trastero del señor Charrington, al tiempo que tratan de acercarse a La Hermandad, una organización que planifica la resistencia contra el partido y que presuntamente fue fundada por un antiguo camarada del Gran Hermano: Emmanuel Goldstein. Su relación, enturbiada desde un principio por la terrorífica omnipotencia del partido, llevará a ambos por una senda sin retorno en contra del régimen establecido.

"(...) En los viejos tiempos, pensó, un hombre miraba el cuerpo de una muchacha y veía que era deseable y aquí se acababa la historia. Pero ahora no se podía sentir amor puro o deseo puro. Ninguna emoción era pura porque todo estaba mezclado con el miedo y el odio. Su abrazo había sido una batalla, el clímax de una victoria. Era un golpe contra el Partido. Era un acto político."

En este camino, Winston encontrará un aliado en un miembro de las capas más internas del partido, O'Brien, que más tarde le mostrará la auténtica naturaleza de la sociedad en la que se desarrollan sus vidas. El personaje principal chocará frontalmente contra esta revelación y, a lo largo de un doloroso proceso de aceptación y re-educación, terminará convertido en aquello que tiempo atrás más detestó.

ESTRUCTURA SOCIAL EN 1984

Winston accede a La Hermandad a través de O'Brien, quien pone en su posesión un libro supuestamente escrito por Goldstein en el que se describen la estructura y origen de la sociedad en la que viven. El mundo conocido está dividido entre tres grandes potencias antagónicas que mantienen una guerra continua: Oceanía, Eurasia y Asia Oriental. Cada una de estas ha desarrollado una ideología propia por contraposición a la de las otras dos, pero en el fondo esencialmente operan de la misma forma y en base a los mismos principios.

De cara a sí mismos la sociedad se divide en tres estamentos. El segundo (los Medianos) pretende acceder al modo de vida y a los privilegios del primero (los Altos), mientras que este último aspira a conservar su posición. Por su parte, el tercer estamento (los Bajos) desea no ser oprimido por los que dicten la ley y configuren el estado, y son típicamente utilizados como fuerza de choque por el segundo estamento para asaltar el poder.

De cara a las otras potencias, cada una de ellas mantiene una guerra que no puede tener final, alternando las alianzas con el único objeto de interrumpir el ciclo del poder entre los estamentos de su propio estado. De esta manera el conflicto se presenta como una herramienta de la clase alta para sostener una industria improductiva y mantener a raya al segundo estamento, generando una sociedad en la que ningún cambio real es posible.

"(...) la idea de que se está en guerra, y por tanto en peligro, hace que la entrega de todo el poder a una reducida casta parezca la condición natural e inevitable para sobrevivir.

Se verá que la guerra no sólo realiza la necesaria distinción, sino que la efectúa de un modo aceptable psicológicamente."

EL PODER COMO FUNDAMENTO Y FIN

Winston y Julia terminan siendo arrestados por el propio señor Charrington, que se descubre como un agente de la Policía del Pensamiento. La segunda gran sorpresa que da inicio a la tercera parte del libro (mucho más reflexiva) es el hecho de que el propio O'Brien había preparado la encerrona, y que el libro que ambos recibieron había sido escrito por algún miembro del partido interno. Winston piensa que serán ejecutados en el acto, pero en vez de eso O'Brien los somete a un extenuante ejercicio de re-educación en el que enseña a Winston cómo funciona realmente su mundo.

O'Brien describe aquí la microfísica del poder, un fenómeno que afecta a individuos antes que a estamentos o estados. Cuando se ejerce este es, en boca de O'Brien, no una herramienta sino un fin, muy por encima de la estabilidad o de los mismos privilegios.

"(...) Se trata de esto: el Partido quiere tener el poder por amor al poder mismo. No nos interesa el bienestar de los demás; sólo nos interesa el poder. No la riqueza ni el lujo, ni la longevidad ni la felicidad; sólo el poder, el poder puro."

Es a través del ejercicio del poder que el Ingsoc es capaz de doblegar la verdad misma, lo que es también el fundamento de la neolengua. El clima de opresión en el que se desarrollan las vidas de las personas en 1984 es una consecuencia de una acción colectiva de transformación de la realidad, de tal extremo que las figuras de Emmanuel Goldstein o el propio Gran Hermano son sólo símbolos que podrían no corresponderse con una persona viva en ese momento.

EL SOLIPSISMO COLECTIVO

¿Pero cómo es posible esta transformación? La conversación entre Winston y O'Brien se reviste de tintes metafísicos cuando este último sentencia que la realidad existe únicamente en la mente de un colectivo encarnada por el partido, de manera que si él desea transgredir las mismas leyes de la física, es capaz de conseguirlo en tanto que todos asuman de forma genuinamente honesta lo que él declara como real. Así se justifica la re-educación de Winston, pues el partido, si bien pretende eliminarlo, no puede permitir que esto suceda cometiendo crimental en su contra: ante todo debe preservarse la realidad producida por el Ingsoc. Finalmente, Winston termina convertido en una nopersona, es decir, en alguien que ni existe ni ha existido, ya que no queda rastro de él en la mente del colectivo.

"(...) La realidad existe en la mente humana y en ningún otro sitio. No en la mente individual, que puede cometer errores y que, en todo caso, perece pronto. Sólo la mente del Partido, que es colectiva e inmortal, puede captar la realidad. Lo que el Partido sostiene que es verdad es efectivamente verdad."

El solipsismo colectivo es, por tanto, una herramienta productora de verdades que genera el panorama en el que se concilian (a través del doblepensar) las contradicciones evidentes de un ministerio de la Verdad que miente, un ministerio del Amor que tortura y mata, un ministerio de la Abundancia que es extremadamente pobre, y un ministerio de la Paz que libra la guerra.

CONCLUSIONES

1984 plantea una distopía fundada en el miedo a la brutal represión ejercida por el régimen establecido, un miedo por otra parte sostenido por las mismas personas que la padecen. El poder actúa aquí como primer principio y motor de la sociedad, configurando la realidad mediante el control de la percepción colectiva de la misma. Es así como el partido "produce" y al mismo tiempo "define" la verdad, que puede cambiar súbitamente en cualquier momento.

"(...) Porque, después de todo, ¿cómo sabemos que dos y dos son efectivamente cuatro? O que la fuerza de la gravedad existe. O que el pasado no puede ser alterado. ¿Y si el pasado y el mundo exterior sólo existen en nuestra mente y, siendo la mente controlable, también puede controlarse el pasado y lo que llamamos realidad?"

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